martes, 31 de marzo de 2015

¿QUE HACER SI ME DICEN QUE MI HIJO(A) TIENEN FALTA DE ATENCIÓN?

Claro que pasa:

1.-Tu hijo(a) está leyendo. Se detiene y dice que no recuerda nada de lo que ha leído en los últimos 30 segundos

2.-El profesor te llama para decirte que cuando está explicando algo en clase, tu hijo(a) parece estar atendiéndolo y justo cuando le hace una pregunta sobre lo que acaba de decir, parece desconectado y que no se ha enterado de nada.

3.-Tu vas a salir a la calle y tienes prisa. Tu hijo(a) te pregunta ¿Dónde está el sweater? y dice: No me acuerdo, ayer lo dejé aquí, encima de la mesa. Y tu le dices...Lo traes puesto.

4.-Pides a tu hijo(a) que vaya a comprar algo. A los pocos minutos regresa con algo que no le pediste o a preguntarte que le pediste que trajera porque ya se le olvidó.

5.-Entra corriendo tu hijo(a) a su habitación a tomar algo. Sale y te pregunta: Mamá, ¿Sabes a que entré a mi cuarto?

Todo lo anterior tiene que ver con "falta de atención".


En GENyo* recibimos muchos comentarios de padres preocupados por el "déficit de atención de sus hijos". Este -problema- característico de personas con hemisferio derecho dominante, se puede superar. 

Recuerda que el test GENyo*, entre otras cosas, te ayuda a identificar el hemisferio dominante de tu hijo.

GENyo* te recomienda dos ejercicios para mejorar el nivel de atención:

a) Pídele a tu hijo(a) que se quede mirando fijamente algo. Cualquier cosa. 

Puede ser una pluma, una marca en la pares, la uña de su dedo índice, una planta, una esquina de la habitación, un botón de su camisa, una foto. Cualquier cosa que a ti se te ocurra.
Se trata de que lo mire fijamente hasta que empiece a ver cosas en las que normalmente nunca se fija. Por ejemplo, la uña de su dedo índice de la mano derecha puede ser que la "vea" todos los días. Pero si la mira fijamente durante algún tiempo empezará a darse cuenta de que parece distinta, que la forma que tiene no era la que pensaba que tenía, o que simplemente no tenía formada alguna idea sobre ella. O que el color es distinto a lo que pensaba. La instrucción simplemente es mira fijamente "tal cosa y dime que observas"

b) Pídele a tu hijo(a) que se siente en una silla o en el suelo, da igual.

Ahora dile que cierre sus ojos y escuche. Que te diga cuántos sonidos distintos es capaz de reconocer. Al principio seguramente le parecerá todo un mismo sonido. Mezclado. Lo esperado es que poco a poco vaya identificando sonidos distintos. Poco a poco. Pídele que empiece a contarlos. Que cada vez que oiga uno nuevo, incremente la cuenta. Tu solo preguntale: ¿Cuántos sonidos distintos oyes? y dile "seguro que muchos más de los que imaginabas en un principio"

¿Qué estarás provocando cuando hagas lo anterior?

Harás que preste atención. Lo que antes le pasaba completamente desapercibido, ahora (cada vez que hagas estos ejercicios) será capaz de obtener más información y captar detalles concretos. En una palabra, estarás estimulando su cerebro doble. 
Cada vez que repitas esos ejercicios estarás ayudandole a mantenerse en forma. Además tu hijo(a) descubrirá cosas comunes que le parecerán nuevas o extrañas además, de que en definitiva, mejorará su nivel de atención...jugando.

Nuestra recomendación es que "juegues" con tu hijo(a) con alguno de estos ejercicios una vez al día.

Hazlo. Te sorprenderás.