martes, 20 de mayo de 2014

LOS MITOS ALREDEDOR DE LAS MENTES BRILLANTES: EL CI.

MITO: LA INTELIGENCIA SE MIDE CON PRUEBAS PSICOMÉTRICAS.
La evaluación numérica del C.I. y el éxito en la vida tienen poco en común.

Históricamente el concepto de Cociente Intelectual o C.I. fue utilizado para justificar la exclusión y/o discriminación de grupos determinados de inmigrantes, para esterilizar a algunas personas así como para mantener el statu quo de ciertas personas que se decían "muy inteligentes".

Nadie sabe las razones, pero quienes diseñaron y construyeron las "pruebas psicométricas" tomaron como base dos campos obvios del pensamiento humano: matemáticas y el lenguaje estableciendo como criterio único que quienes obtuvieran 130 puntos o más, serían calificados como superdotados (siendo la media de 90 a 110 puntos de cociente intelectual).  

Aunque no lo creas, fue con ayuda de los exámenes psicométricos realizados en E.E.U.U. a principios del siglo XX, como se pudo determinar que todos los inmigrantes eran "débiles mentales del tercer mundo".


En pleno siglo XXI, a todos nos queda claro que las calificaciones escolares no miden la inteligencia así como los años biológicos tampoco no miden la madurez.  

Por otro lado los avances científicos y tecnológicos han permitido descubrir que el cerebro humano es responsable además de la memoria y pensamiento lógico -útiles para el aprendizaje escolar- (características de lateralidad cerebral izquierda), de la cognición y de las emociones (características de lateralidad cerebral derecha)

Para ser claros, los exámenes psicométricos que hasta la fecha se aplican para "intentar medir la inteligencia", exentan de facto el proceso cognitivo reduciéndolo todo a la verificación de la única "respuesta correcta" (el que) y descartando el proceso que lleva al sujeto a dar dicha respuesta (el como).

Es tan simple, que mediante el ejercicio de memorizar las "respuestas correctas de los reactivos" es posible calificar como SUPERDOTADAS a miles de personas...sin serlo.


BIENVENIDO(A) AL SIGLO XXI

Definir inteligencia ha sido motivo de controversia. La última definición consensuada y aprobada la década pasada, fue propuesta por 52 investigadores del Mainstream Science on Intelligence:

"Ser inteligente implica, entre otras cosas, tener la habilidad de razonar, planear, resolver problemas, pensar de manera abstracta, comprender ideas complejas, aprender rápidamente y aprender de la experiencia. La inteligencia no tiene que ver con memorizar textos, ni es una habilidad estrictamente académica ni un talento para superar pruebas psicométricas; es la capacidad que tenemos los humanos para aprender, comprender, sentir, expresarnos y adaptarnos al entorno".

Los viejos principios de valoración psicométrica basados en la recordación y relación de datos e información (fortaleza del hemisferio izquierdo del cerebro) han sido rebasados por la evaluación del potencial creativo, imaginativo, inventivo y emocional de las personas. (lateralidad cerebral derecha). 

La teoría sobre Inteligencias múltiples o Inteligencia emocional (expuesta hace 32 años por Gardner) hace referencia a que la creatividad (que no es instruible), como la intuición (que no puede explicitarse verbalmente) son elementos importantes para intentar medir la inteligencia humana.

"Los maestros no sabían qué hacer con mi hijo(a). Nos decían que ya no le diéramos más libros porque le estábamos enseñando cosas que no eran para su edad; que le estábamos haciendo un daño" 

Pero lo irónico es que ni los padres ni los maestros sabían lo que ese niño(a) había aprendido... por su cuenta. Te suena ... ¿conocido?

Los niños con altas capacidades necesitan algo más que terapias, medicamentos y aceleraciones académicas y eso se determina por medio de un DIAGNOSTICO DE HEMISFERICIDAD CEREBRAL. 


TU DECIDES.


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