Se suele considerar espacio exterior al territorio que queda fuera de la atmósfera terrestre, pero el límite superior de la atmósfera es tan difuso que se han tenido que definir límites de manera más o menos arbitraria.
La NASA tiene la tradición de conceder las alas de astronauta a aquellos individuos que consiguen llegar a una altura de 50 millas de altura (80,47 km) para certificar que han estado en el espacio.
Llamada la línea de Kármán, el limite terrestre se sitúa a 100 kilómetros sobre nuestras cabezas (bueno, sobre el nivel del mar), y es la altura aceptada por la Federación Aeronáutica Internacional (FAI) para definir el límite del espacio.
El 19 de enero del 2007 se trazó una frontera aún más concreta gracias al instrumento denominado Supra-Ion de imágenes térmicas, llevado por el cohete JOULE II
La información recibida del instrumento diseñado en la Universidad de Calgary constató la frontera entre la atmósfera de la Tierra y el espacio ultraterrestre: empieza 118 km por encima de la superficie de la Tierra.
Viajar al ESPACIO es como hacer un viaje entre Puebla y la Ciudad de México.
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