Si reflexionamos sobre la capacidad que tenemos para ver el mundo que nos rodea, llegaremos a la conclusión de que estamos «equipados» con un sistema visual realmente maravilloso. Lo que más valoramos de nuestra visión es su capacidad de ver detalles. Pero pocos sabemos que para ver los detalles más finos, los humanos solo usamos una parte muy pequeña de la retina, llamada fóvea.
INVESTIGACIÓN
Cuando detectamos algún objeto que requiere nuestro interés por los lados, rápidamente colocamos la fóvea sobre el mismo para identificarlo correctamente. Los movimientos oculares hacen una especie de «barrido» continuo de las escenas. Pero sin la presencia de toda la información periférica, nuestra visión estaría seriamente limitada.
EXPERIMENTO
Primero: construye un tubito con una hoja de papel y camina por tu habitación mirando solo por el, intentando hacer tus tareas normales (viendo con un solo ojo y cerrando el otro). En pocos segundos se darán cuenta de la tremenda importancia de la visión periférica además de que muy probablemente no querrás continuar con el experimento para proceder a subir o bajar unas escaleras.
Además de ser fundamental para las actividades de orientación, la visión periférica (también conocida como lateral) provoca algunas peculiaridades:
1.- No podrás reconocer objetos grandes en la periferia visual cuando estos se encuentran rodeados por otros. Un objeto que distinguimos correctamente cuando está aislado, se vuelve literalmente invisible cuando se rodea de otros objetos similares (en inglés este fenómeno se conoce como visual crowding).
Segundo: Para comprender esto, te propongo hacer el experimento siguiente. Cierra un ojo mientras con el otro continuas mirando de frente al mismo tiempo que colocas tus dedos desplazados lateralmente con el brazo estirado formando unos 45 grados con la dirección de la mirada. Si pones un solo dedo lo distinguirás de manera clara, pero si pones 3 o 4 en la misma posición no podrás contarlos. Si no puedes hacerlo tu solo, pídele a alguien que coloque los dedos y juntos traten de adivinar el número.
2.- Este fenómeno perceptual podrá causar graves problemas a los artistas plásticos.
3.- Para los artistas, un cuadro realizado para ser visto centralmente, podrá perder, o ganar, cuando se observe periféricamente.
4.- De igual forma una escena de teatro o ballet gustará más o menos dependiendo de cómo se perciba periféricamente por el público. Es por esto que en algunas producciones busquen asesorarse con científicos visuales.
La periferia no está exenta de algunas «amigos falsas» conocidas como ilusiones visuales. Nuestro sistema visual, a pesar de su eficiencia, tiene «fallos» perceptivos que se conocen como ilusiones ópticas. Hay muchos aficionados a estos asuntos pero quizás una de las mejores colecciones, con sus explicaciones, es la del Michael Bach (CLIK AQUI).
Finalmente, te invitamos a realizar un tercer experimento para comprobar error en la visión lateral:
Pon tus ojos en la imagen de abajo, directo a la cruz central del círculo con cuñas. Tras comprobar que es una foto fija, ahora dirige tu mirada a cualquiera de las cruces en los laterales y ve alternándolas. Verás como el círculo empieza a girar cuando se proyecta en tu retina periférica.
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